No mantener una buena limpieza en el oído puede afectar de manera negativa causando taponamiento, infecciones, perforaciones y otro tipo de lesiones. La mejor manera de limpiarlo es dejar que desarrolle su proceso natural, el conducto auditivo cuenta con un sistema natural que producen cerumen y que arrastra toda la suciedad hacia fuera. El uso de bastoncillos o irrigaciones de agua está desaconsejado por la mayoría de otorrinolaringólogos, ya que pueden provocar lesiones o taponamientos. Estos últimos son más comunes en verano porque la cera acumula agua y se hincha provocando el famoso ‘tapón’.
Recuerda que al limpiar con un bastoncillo de algodón, nos arriesgamos a adentrarlo demasiado en el oído. Investigadores del Hospital Henry Ford, en Estados Unidos, ha demostrado que existe una relación directa entre el uso de los bastoncillos de algodón y la ruptura de los tímpanos y que, en la mayoría de los casos, estas roturas se curan por sí mismas y la cirugía sólo resulta necesaria para los casos más severos. Los resultados de este estudio se ha presentado en un encuentro sobre Otorrinolaringología, que se celebra en Chicago.