Una correcta audición es un elemento fundamental para nuestra calidad de vida. Sin embargo, muchas veces se da la circunstancia de que podamos estar sufriendo una merma de nuestra capacidad auditiva que nos va limitando en muchos aspectos de nuestra vida diaria pero a la que se puede poner remedio de forma muy eficaz.
No obstante, el primer paso para mejorar nuestra calidad auditiva pasa por el reconocimiento de la propia pérdida auditiva. Por este motivo, si sufre este problema, uno de los primeros pasos que hay que dar es tomar la decisión de probar un audífono moderno porque cuanto antes reconozca su problema y tome medidas, antes podrá recuperar su capacidad auditiva y mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, hay que tener claro que el audífono es personal y que su ajuste se realiza en varios pasos. Se trata de un proceso individualizado en el que se personaliza el dispositivo para adaptarlo a su pérdida auditiva y sus hábitos, así como a la forma del oído. Sólo así se consigue el mejor ajuste para quede satisfecho por completo.
Fase 1: Consulta con un audioprotesista o un otorrinolaringólogo
En primer lugar, nuestro especialista llevará a cabo una audiometría para determinar si realmente sufre una pérdida auditiva. Con los resultados de la prueba, valorará el tipo y el grado de pérdida auditiva de cada oído. Después, le describirá y explicará las opciones tecnológicas a su alcance y que mejor se adapten a sus necesidades.
A la hora de elegir los que serán sus audífonos y su tecnología, el especialista tendrá en cuenta el grado de pérdida auditiva, la forma de los conductos auditivos, sus necesidades personales, sus gustos y su presupuesto.
Las opciones son variadas, desde modelos a medida y retroauriculares a modelos analógicos o que se pueden programar de forma digital, con o sin mando a distancia o receptor FM, etc.
Fase 2: Personalización y ajuste de los audífonos
El audioprotesista ya ha preparado el audífono. Lo insertará en el oído y lo ajustará según su pérdida auditiva y sus preferencias auditivas. Además, le indicará las instrucciones detalladas sobre el funcionamiento: modo de insertarlo, modo de utilizarlo y modo de controlar el volumen. También le dará indicaciones sobre el mantenimiento, la sustitución de las pilas, la limpieza y el secado de los dispositivos.
Por último, el audioprotesista le explicará las reacciones del audífono en diferentes situaciones auditivas. Ya puede llevarse los audífonos a casa.
Primeros pasos con su audífono nuevo
Los primeros días serán el período de familiarización con el dispositivo. Al principio, basta con usarlo unas pocas horas al día en entornos conocidos. Notará algunas cosas extrañas. El mejor modo de conocer las nuevas sensaciones auditivas consiste en hablar con otras personas o ver la televisión. Es posible que extrañe su propia voz o le resulte demasiado intensa, ya que puede haber adquirido el hábito de hablar demasiado alto para poder oírse a sí mismo. Practique y hable más bajo. Anote sus experiencias, le servirán de ayuda al audioprotesista para ajustar el audífono con mayor precisión.
Fase 3: Uso de su nuevo audífono
En esta fase podrá recobrar día a día un poco de la calidad de vida perdida. Siga utilizando el audífono durante unas horas al día. Tómese su tiempo. Irá aprendiendo a sacar el máximo partido al audífono y, en poco tiempo, disfrutará de todas las ventajas que le ofrece.
Si tiene alguna duda, póngase en contacto con el audioprotesista que le ayudará encantado. Le recordamos que nos tiene siempre a su disposición en nuestro audiocentro Federópticos Centrovisión de El Ejido.